En Thailandia, un enorme buda nos recibe postrado en su lecho. Tan enorme que no hay foco en mi cámara ni de lejos. Tuve que componerla con varias fotos superpuestas. Debajo pongo otra instantanea de los pies para que se hagan una idea.
Una de las primeras imágenes con mi antigua cámara. En el templo de RamsesII en AbuSymbel, le pedí a mi mujer que se estuviera muy quieta y con un disparo sin flash, los turistas pasaban como fantasmas.